|
Si deseas encontrar algo en internet, aqui te ayudamos |
|
Búsqueda personalizada |
Para aquellos astrólogos, lo mismo
que para el ocultista actual, lo que está arriba es como lo
que está abajo y lo que está abajo es como lo que está arriba,
aspiración y espiración, que forman el ciclo respiratorio del
hombre, quien pide prestada su energía al mundo que le rodea,
al Cosmos. Un formidable contrapunto une así los dos elementos
de una cadena, o para ser más exactos, dos infinitos: el alfa
y el omega, cuya síntesis es el signo mismo de la vida:
foto pagina 22
La vida permite que el
átomo pueda ser divisado por los ojos humanos, que
la estrella pueda ser vista, que el
hombre viva, que la
luz sea como es,
el lenguaje y el signo de la acción divina. El ciclo humano participa de
lo infinitamente grande y lo infinitamente pequeño, toma algo de aquello
y de esto. Las mismas fuerzas que actúan sobre lo infinitamente grande
y lo infinitamente pequeño (peso, electricidad, fuerzas
magnéticas, creación,
destrucción, renacimiento) actúan también sobre él. |
|
|
En el
universo no hay nada que posea una vida
totalmente independiente de los otros componentes del Cosmos;
todo actúa sobre todo. Algunos lo han visto, y lo han reflexionado.
Por ejemplo, el famoso emperador Napoleón Bonaparte, el cual
le confió a un subordinado y familiar suyo lo siguiente: "El
viento que sopla hoy hará correr, dentro de cien años, un navio
sobre las costas de China.
Nada está aislado." La suma
de los desequilibrios parciales forma el equilibrio final.
Bajo esta perspectiva, ninguna acción procede del azar. Todo
está trabado y ningún átomo es verdadera y absolutamente libre.
Todo cuanto el entendimiento humano puede captar de este camino
que desemboca en el infinito y conduce a la eternidad, por
ejemplo, la perfecta regularidad de la mecánica celeste, permite
aprehender el equilibrio extraordinario del universo, donde,
lo mismo que en una cadena de aminoácidos, la unidad da origen
a miles de millones de combinaciones, miles de millones de
formas de vida.
A este respecto, encontramos ridiculas las
opiniones y razonamientos de ciertos sabios del siglo XIX,
según los cuales, el hombre está formado únicamente de materia,
el pensamiento es un simple producto del cerebro, y el hombre
un simple azar en
el universo. Oponer el hombre al universo,
tal ha sido el resultado de la ciencia moderna, y pronto veremos
los resultados que podemos esperar de ello. Hoy en día nadie
se atreve a negar que el universo está en "crisis".
Ninguna persona razonable puede ponerlo en duda, máxime si
está bien informado en el tema de las constelación estelares. |
|
Para el pensador moderno no existe ninguna
continuidad, todo es caos, desorden, y el
hombre se revuelve
ciegamente por un universo no menos ciego que él. Para la tradición,
y de forma especial la tradición aria, hay un ciclo que rige
las civilizaciones, el Manvatara, "año cósmico" que
abraza otros ciclos de duración extraordinaria.
Cada uno de
estos ciclos comprende un comienzo, una culminación y un final.
Según el cuaternario, en el Manvatara o gran ciclo existe una
edad de oro, una edad de plata, una edad de cobre y una edad
de hierro. Si presentamos el conjunto del Manvatara por el
número 100, tenemos: edad de oro: 40 edad de plata: 30 edad
de cobre: 20 edad de hierro: 10 El ciclo presenta una velocidad
creciente, exactamente como las cuatro edades de la vida: infancia:
40 virilidad: 30 madurez: 20 vejez: 10 Conturba el pensar que
si de niños la infancia nos parece muy larga, el resto de la
existencia se nos presenta cada vez más limitado por el
tiempo;
por ejemplo, la vejez transcurre velozmente. Cada uno de nosotros
puede verificar esta ley muy sencilla, aunque al mismo tiempo
muy turbadora, por las implicaciones que encierra.
Según la
tradición iniciática, los comienzos de la edad de hierro se
remontan a mucho antes de los tiempos históricos, o aquellos
a los que los hombres
modernos dan el nombre de tales, mucho
antes de la civilización de los aqueos o de los egipcios antiguos,
a una protohistoria de la cual no sabemos nada, ni queda nada,
ningún monumento, ningún testimonio, ninguna lengua... |
|
|
Web interesantes |
Anuncios |
|