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Simbologia Astrologia
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Cada astro que gravita en uno
de los signos del Zodíaco introduce un dato energético y, por
lo tanto, activo. Concreta un hecho particular del destino.
Esto es aplicable tanto a un tema individual como a un tema
colectivo, lo mismo a una persona que a una colectividad. El
Sol, que es el astro más fuerte, corresponde: A la función
psicológica más fuerte: la voluntad. Al defecto de carácter
más fuerte y más capaz de acarrear trastornos: el orgullo.
Al órgano más fuerte, esencial por excelencia en el plano psicológico
y, sobre todo, fisiológico: el corazón.
En el orden social,
al más fuerte, al que reina: el rey. Al personaje familiar
más fuerte, que protege y alimenta: el
padre. Y también al
padre más fuerte, que ha dado la vida: al Padre celestial,
a Dios. El razonamiento analógico es, pues, esencial en astrología,
y un conjunto de nociones conocidas origina un futuro previsible,
puesto que depende de estas nociones conocidas. Podríamos desarrollar
un sinfín de rasgos solares. Y lo mismo con los otros astros.
La astrología no consiste en saber algo por acumulación de
datos ya inertes, sino en comprender algo e introducirse en
el centro de un sistema de relaciones.
Existen miles de millones
de datos muy sutiles (teniendo en cuenta además que se modifican
mutuamente); debido a ellos sólo se pueden avanzar en este
arte mediante la analogía. |
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| Simbolos astral |
La
astrología, en definitiva, puede definirse
como la suma total de las existencias humanas y de los acontecimientos
pasados, presentes y venideros de todas las vidas individuales.
El principio de analogía ilumina este fabuloso conjunto del
mismo modo que el rayo
de luz corre hasta las distancias eternas
del infinito. Fuera de toda religión, fuera del pasado, del
presente y del porvenir, eternamente inmutable, esta totalidad
se llama Dios. En lo que a continuación nos proponemos explicar,
es preciso que recurramos al Zodíaco, fuente tradicional de
todo juicio, por ser imagen del Cielo sobre la
Tierra. A los
ojos del astrólogo tradicional, la astrología denominada "moderna",
esto es, fundada sobre las estadísticas, el numero, la cantidad,
se opone a la cualidad pura y no ofrece ninguna sustancia,
ninguna enseñanza, ninguna garantía y, por lo tanto, ningún
valor. Es solamente la
prostitución de una verdad muy antigua.
La astrología verdadera no tiene nada que ver con ese charlatanismo.
El Zodíaco es la llave de toda enseñanza oculta. El conocimiento
del mismo es esencial para comprender los diferentes ciclos
y el destino, no solamente del hombre, sino también de las
diferentes civilizaciones que el Zodíaco expresa en su conjunto.
El Zodíaco contiene doce signos, cuyos símbolos son los siguientes:
 ARIES
El fuego, el impulso.
 TAURO
La tierra, la encarnación.
 GEMINIS
El aire, las relaciones con el medio, la dispersión.
 CÁNCER
La gestación, el agua que sostiene la célula madre.
 LEO
El fuego fijo, la luz y el amor.
 VIRGO
La tierra que da su cosecha, el trabajo y el análisis.
 LIBRA El equilibrio
y la justicia, la igualdad de los días y de las noches.
 ESCORPIÓN
Las tinieblas que triunfan, lo oculto, la magia y la sexualidad.
 SAGITARIO
La enseñanza, la sabiduría, la profecía, lo que une la Tierra
al Cielo.
 CAPRICORNIO
El conocimiento y el poder.
 ACUARIO
El cosmos y su diálogo con el hombre, la comunidad humana relegada
al Gran Todo.
 PISCIS
El
infinito y su relación angustiada o mística con el hombre. |
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| Astrologia |
Planetas y signos interpretan un dúo en lo
que llamamos "las casas" o sectores, un poco a la
manera de los dueños e inquilinos que habitan una mansión.
Si el planeta está en fuerza, se convierte en propietario,
manda en su morada, el dominio así ejercido adquiere una importancia
particular. Si el planeta está en inferioridad, las funciones
psicológicas, sociales o fisiológicas que simboliza serán débiles.
Entonces no es más que un inquilino de la casa considerada,
obedece a un propietario que puede ser indulgente, indiferente,
tiránico o exigente, según los aspectos recibidos.
Entre los
numerosos matices de interpretación, el
astrólogo debe escoger
el que realmente conviene a su consultante. La casa 1.a expresa
lo propiamente nativo. Enfrente (casa 7.a) hallará a su consorte;
en la cúspide del Cielo (casa 10.a), su destino, su punto de
unión con la universal; en la parte opuesta (casa 4.a) su fin.
Sus creaciones pertenecen a la jurisdicción de la casa 5.a;
sus bienes y creaciones a la de la
casa 2.a; su muerte, su
desposesión, a la de la casa 8.a; y así sucesivamente. |
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